jueves, 28 de septiembre de 2023

CEFALEA

 

¿Cuántos más insultos podía soportar la morena? No cabía uno solo más en su alma, se iban tatuando en el órgano más grande que tiene el cuerpo: en la piel. Le resultaba inconcebible como amando tanto a ese hombre, él no hacía más que lastimarla. Cada día que duro la cordura preparó café y se puso la mejor sonrisa para salir al mundo, pero el mundo era otro y estaba cobrando venganza por la ausencia que había sido azotada por esa mujer ahora sin alma.

En el nuevo contexto no había amistades, existían los reproches y los “te lo dije” en cada pared, en cada esquina recorrida. Eran baches que anegaban indiferencia y desprecio por la debilidad que representaba la morena. Esa que un día había sido invencible y de la que hoy no quedaba ceniza alguna. El cielo era triste en color gris, el aire frío y la gente ya no habitaba lo que quedaba de la ciudad.

Desolado, elaborado en scrabble diffusion. Autora conchita feminista 2023.

Una iglesia vacía, un cristo sangrante, un eco doloroso era todo lo que representaba la vida. Y en medio de todo un ruido sordo de vibraciones 432 hz que trataban de sanar el ambiente. Nada funcionaba. Salvo los semáforos que antes controlaban los millones de autómatas conduciendo al vórtice de su desaparición. Las sonrisas estruendosas de las niñas se agotaron, el agua dejo de brotar para lavar la losa de manera ruidosa. Las bocas no masticaron más en el asco de la impaciencia.

Apareció la vida zombie, el hambre de cerebros. Hoy quedan desmembrados los cuerpos que ayer quedaron descorazonados y hoy se quedan igual sin masa cefalea. Dicen que alguna vez conoció el amor, pero hoy si le preguntarán al cuerpo de la morena, ya no responderá, no tiene más reclamos, no tiene más reproches, se le acabo el espacio sideral y las ganas de comer cereal en la cama. Se acabo la función, se apago el telón. Despierta.  

 

jueves, 4 de mayo de 2023

Cuando las aspiraciones hacen gozar el alma

OTRA PERSPECTIVA

Acaba de pasar mi cumpleaños número 37, estoy bien y mejorando, hay días en los que me levanto con mucha facilidad de la cama, la razón, muy simple, tengo dos empleos, estoy rodeada de personas maravillosas en un sistema con muchas áreas de oportunidad que provocan mi necesidad de querer hacer lo mejor en cada espacio en el que me coloco.

Probablemente este comentario sea tomado como un “que padre leer satisfacciones” así que le anuncio que lo que viene es mucho mejor, voy a usar este espacio para describir el estoicismo que he desarrollado por querer lo que tengo ahora mismo.

De niña me enseñaron que yo puedo hacer todo cuanto me proponga, jamás me dijeron que los beneficios de ello son muchos, estudie lo que quise consultando a mi misma, mi profesión es la educación, mi maestría es lo social y mis estudios de doctorado son la ciudad, valiosos títulos que me permiten tener la frente en alto y actuar de manera inteligente en contextos que requieren mi aportación profesional como en la administración pública, estado, ciudad y universidad.

Soy profesora investigadora de tiempo completo independiente, estoy en proceso de preparación para ejercer cargos de alta dirección, y ahora sé que el camino recorrido ha sido una experiencia única de vida, recuerdo con cariño mi barrio, agradezco conocer de primera fuente las líneas de producción, ahora mismo tengo 21 años de experiencia laboral con la seguridad de los conocimientos situados que son una mirada privilegiada que me permite ver donde otras personas no ven. Brinque la barda de los sueños y llegue al terreno donde se viven, trabajo en dos turnos flexibles que me permiten la maternidad responsable y amorosa más el deporte de natación que me mantiene alerta, guapa y con menos estrés, cada día hay alimentos en el hogar porque mi hermana cocina o en la calle porque la gastronomía juarense es deliciosa y accesible a mi bolsillo, a raíz de mis actividades mi hijo ha desarrollado la independencia para resolver sus tareas escolares, gano bien y , mi trabajo es fabuloso porque me permite cooperar con los procesos de otras personas, mi corazón esta limpio de dolores y vivo un presente tranquila.

He tenido la oportunidad de ir al cine más de dos veces este mes y las vacaciones de mi hijo me hacen los días más alegres antes y después de ir a mis ocupaciones profesionales, tengo buena salud y servicio médico por si se ofrece, vivo en una casa que yo pago y un día será patrimonio familiar, hay despensa y servicios para una vida amable y hasta divertida, últimamente pongo algunos antojitos para mis tardes noches libres y me rio a carcajadas cuando veo películas con mi hijo o jugamos Tetris, doctor Mario, o cualquier otros juego que encuentro en mi super Nintendo de edición clásica en miniatura que hace tiempo me regalo mi hermano como un acto de reciprocidad ante los beneficios obtenidos en su niñez, empecé a usar ropa bonita que estaba olvidada en mi closet. Mi hijo goza de salud, terminó sus estudios de primaria y tiene todo lo que necesita para estar bien, quedo en la secundaria, y sigue nadando porque hay forma de solventar su deporte.

Mi doctorado está por concluir porque tengo información suficiente de qué hay que hacer para concluir el proceso, mi directora y mi director esperan mi documento para cerrar los tramites, y me doy cuenta de que es importante concluir porque lo merezco, y esto es una evidencia de que soy una mujer preparada para mayores retos profesionales, mejores oportunidades y beneficios laborales, esta por salir un libro en donde mi colaboración forma parte de la compilación capitular, y ahora mismo soy parte de una generación que se ha esforzado mucho por la preparación académica y ello nos permite colaborar para que otras personas también gocen de este privilegio, lo cual incluye a mi hermano menor y a mi hijo, así como a las nuevas generaciones.

Mucho he dicho que mi papel de madre/autónoma/trabajadora me hace feliz, y es hora de reconocer que tengo muchas cosas a mi favor para una vida fabulosa, tengo amigas más jóvenes que ya tienen trabajo estable y con beneficios sociales, eso es un aliciente para mí, tal vez es tiempo de reconocer que elegí el camino correcto, tal vez es hora de seguir adelante, el panorama se aclara luego de leer “el poder del ahora” entre otras cosas que me permiten ver lo especial que soy como muchas veces me lo recuerdan las amistades y amores de mi vida, soy chingona, valiosa para el mundo, voy por más experiencias de vida, porque así es la vida y es maravillosa, estoy del lado de los privilegios y ahí debo seguir de pie trabajando por la progresividad de una vida mejor para mí y para los míos (que si tu estas leyendo esto, seguramente estas en mi lista de personas favoritas) a través del valor y la fortaleza que me ha dejado la vida en los recientes 37 años pasados.

Hoy me siento viva, me siento mejor, estoy bien y mejorando, me quiero, me cuido, soy feliz.

Hoy quiero dar gracias por tanto amor que recibo de diversas fuentes, que me permiten una vida privilegiada, eso significa que tengo una vida digna, ¿Qué sería de nosotras las personas si perdiéramos la esperanza de un mundo mejor? Yo que me esfuerzo tanto en cada espacio en que me presentó recibo la experiencia que me ayuda a crecer, a ser más asertiva y resiliente, imagina el poder que se obtiene al hablar y al ejercer los derechos que todas las personas tenemos.
Estoy lista para seguir caminando por las metas que un día me propuse, y desde mis letras les recuerdo hay que salir adelante a través de los procesos educativos porque es la única fuente de poder legitima, espero que me crean ahora que estoy de pie, feliz, ejerzan sus derechos porque es la única forma de bien ser y bien estar.

Encontré los ánimos y recupere la esperanza, acaba de pasar mi cumpleaños, y estuve con personas que amo todo el fin de semana, hubo mucho pastel y hartos abrazos, tengo dos gatos y un perro, tome raspa de limón donde mi madre, y puedo ver y sentir el sol de cada nueva mañana, abrazada de mi hijo que me hace sentir la felicidad de mis seis años cuando comía boli de coco azul en aquella casa de pisos de cemento que mi padre pusó y que mi madre lustró.

ESTE RELATO HA SIDO REESCRITO PORQUE LA VIDA ES HERMOSA Y MERECE LETRAS AMABLES, LO ESCRIBIO UNA MUJER FELIZ DE 37 AÑOS CON UN PRESENTE HERMOSO EN EL DESIERTO MÁS GRANDE EN EL NORTE DE MÉXICO.

9 de marzo y senti-pensar el género


La internalización del opresor o internalización de la opresión, se refiere a la consecuencia de la dominación, por medio de la cual en una parte de la población oprimida se producen admiración e imitación de las y los opresores, hasta olvidar la identidad y el bienestar colectivos, convirtiéndose muchos en verdugos de su propia gente. (Méndez, 2013, pág. 45).

9 de marzo 2020
Ciudad Juárez, Chihuahua, México
En el texto senti-pesar el género, se presentan los contenidos que son producto de reflexiones hechas en la última década por comunidades de mujeres y hombres indígenas acerca de cómo viven en carne propia el racismo, clasismo, sexismo y discriminación a raíz de los orígenes genealógicos. En este compendio de experiencias Méndez (2013) recupera en la base de sus análisis el papel preponderante que tiene la colonización de las vidas y mentalidades, y lo presenta como la razón de la internalización de la opresión como algo naturalizado en la vida de las personas y que ello hace que se olvide la identidad y el bienestar de los colectivos y lo más duro del argumento es cuando menciona que esto convierte a las personas en verdugos de su propia gente.
Traer a colación estas palabras es inevitablemente necesario porque así se percibe en las expresiones cotidianas ante los eventos que se producen en Ciudad Juárez y en general en México con motivo de la conmemoración de la lucha por los derechos de las mujeres, en el marco de las actividades del 8 de marzo. En donde es evidente que hay una incomodidad en algunos grupos sociales que expresan la inconformidad de las formas de manifestación del gremio unido de feministas que han tomado las calles y que en ocasiones “las expresiones no son correctas, o son violentas” y que les hacen recriminar estas formas de hacer valer las voces silenciadas por años, décadas, y siglos. Grupos que además exigen que las cosas vuelvan a su cauce a través del cumplimiento de las obligaciones propias del género femenino como lo es cuidar a otros, y trabajar duro y en silencio sin solicitar el cumplimiento de los derechos humanos, de las mujeres y de la infancia para el goce de una vida libre de violencia. Exigen que se vuelva a la época en la que no se habla de derechos sexuales y reproductivos, en donde no se castigue la falta de paternidad y ni se mencione el exceso de maternidad.  
La falta de solidaridad de unos y otros, la falta de sororidad de unas para otras son síntomas de una sociedad altamente colonizada por el sistema patriarcal que no hace más que violentar la vida de las mujeres y de las infancias que están en el margen, y a quienes le siguen de cerca otros grupos en situación de discriminación como los grupos de indígenas, migrantes y gente de la tercera edad. Aquí la evocación que deja la lectura del texto senti-pensar el género es hacia la construcción de nuevas formas de ver la realidad que aqueja en general, es a soltar la opresión, a dejar de imitarla porque esa forma de ser, ver, sentir, y expresar mata.
El ejemplo es claro, hay gente que está interpretando su propia realidad y ello devela injusticias ante las diferencias de cuerpo, clase, género o identidad sexual. Lo cual provoca una reivindicación del cuerpo ante los derechos a una vida digna, esto a través del desarrollo de nuevas habilidades para la vida y para la defensa de ésta. Construir las explicaciones propias es dejar la colonización atrás y, aun así, las secuelas de eso tardaran generaciones en sanar. Esta es una sociedad enferma de poder y dolor. Un binomio infame que hoy hace que algunas mujeres estén en el enclaustro para simular la vida sin ellas, un simulacro saboteado por la ignorancia de unas y la opresión aceptada discursivamente de otras. Pero que busca una mayor representación social, una red nueva de acciones en favor de la vida para todas, incluidas las que aún no ven la injusticia, o que sienten que el número de asesinadas todavía es bajo, son solo el 1% de la población.
Finalmente cabe destacar que, la opresión genera ganas de ser opresoras a las oprimidas. La colonización es el nombre de este fenómeno social. Y sentí-pensar el género tiene las evidencias de unas cuantas historias decolonizadas. También tiene otra evidencia, en el texto se recupera el dato de que la descolonización “es una necesidad política que ha estado en la agenda de lucha mucho antes que Walter Mignolo[1]” para los pueblos indígenas de Guatemala y del continente latinoamericano, lo cual resulta en una prueba más que el patriarcado marca las pautas incluso de las discusiones de quienes son minoría, viven el margen y son netamente desfavorecidas en el ejercicio cooptado de los derechos a la vida libre de violencia.    

Referencias
Méndez Torres, G., López Intzín, J., Marcos, S., y Osorio Hernández, C. (Coord.). (2013). Senti-Pensar el género: perspectivas desde los pueblos originarios. México: Red Interdisciplinaria de Investigadores de los Pueblos Indios de México, Asociación Civil (Red-IINPIM, A.C.), y Red de Feminismos Descoloniales.
Mignolo, W. (2015). Sentir y pensar la decolonialidad (antología, 1999-2014). México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.


[1] Semiólogo argentino, estudioso de los temas de coloniales. Hombre, blanco. Catedrático en las universidades de los Estados Unidos.

mi yo y el 9 de marzo 2020


Hoy es 9 de marzo creo, no recuerdo más, ¿Dónde estoy?, no lo sé, aquí sólo hay una mesa, una silla, una vela y este papel y lápiz. No escucho los llamados de un hijo que yo sé bien que tengo, pasan las 8 am y no sé si llegó a su primera clase, no lo alimente, o no me acuerdo haberlo hecho. No sé dónde estoy, no escucho nada ni a nadie. No di clase estoy segura, no llegue a mis salones donde atiendo a 210 estudiantes a diario, no más verbo to be por hoy. Estoy sola y no sé dónde…
Así imagine que sería este día, pero es diferente, desperté temprano en mi cama, con la seguridad que brinda el haber trabajado por casi 23 años hasta la fecha, en una casa que no está a mi nombre pero que yo pago, con luz, agua, alimento y mis medios de comunicación apagados a voluntad. Dormí un poco más de lo habitual y me he alimentado sin prisas hoy, pero mi hijo que tiene malos hábitos de codependencia maternal no se ha alimentado a esta hora (pasan las 12). Hoy es día de nadar y su padre vendrá por él, pero ni siquiera sabrá si está listo para ir en buena condición porque no es habitual que tenga que preocuparse por ello. No soporto más y pego de gritos, lo regaño y lo obligo a ver por sus alimentos, esto es tan dificil, yo misma no tengo control sobre mis propias cargas familiares y sociales, las del género.
Mi vecina del tres se escucha en lo cotidiano, y doña Meche se prepara para ir a su esquina a vender gorditas como lo ha hecho en los últimos 55 años. Ahora no sé cuántas mujeres están en paro, o sí solo soy yo con mis letras.
Hoy no uso internet, no netflix, no Facebook, no watsapp, ni spotify, por lo tanto, abandone mi celular, aunque está encendido, bien sé que no sonará porque ya no es habitual que alguien me llame más allá de Telcel.
De mi hermana no hablaré, porque ella tiene sus propios procesos y no soy quien para hablar de ello.
Ayer mi padre se vio triste, resignado por la dinámica que hoy nos esperaba, se limitó a decir, que él ya sabe lo que se sufre sin una mujer en este mundo y que espera que los demás entiendan que somos importantes para la vida, su ánimo era de mucha tristeza. Y hasta pensó en llevarse a mi hijo a su casa para atenderlo el día de hoy. Agradecí el gesto, pero advertí que ya mi hijo puede atenderse solo, ahora no estoy segura de ello.
No sufro más allá de esto, veo Friends en una colección pirata de dvd que mi mejor amigo me regaló hace algunos años, uso un dvd que estaba arrumbado en mi clóset al que llamo Narnia. Son casi las 8:30 de la noche, me duele la cabeza y los brazos de tanto escribir. Dedique el día a leer sobre género, a reflexionar sobre mi práctica docente, sobre mi rol de madre. Me dedique a trabajar con calma algunos pendientes, a comer sin prisas, me doy cuenta de las opresiones de mi propio cuerpo, hoy he podido pasar al “pipis room” las veces que necesite hacerlo y no como el resto de los días que voy a la hora que se puede.
Pensé en los errores de otras, y vi los propios. Me siento mal. La opresión está en la médula ósea de lo social. Y lo peor es que las que ya hemos visto la injusticia estamos luchando por la justicia para todas, mientras el resto nos llaman flojas o violentas. Triste realidad que ahora estoy segura no cambiará pronto. Llegue adolorida al paro pero con esperanza, regreso adolorida y sin esperanza, es casi 10 de marzo, solo son tres horas más para volver a lo cotidiano de una vida privilegiada construida por mí, y una vida sin privilegios para las familias de las cientos de mujeres asesinadas y ultrajadas, desaparecidas en mi ciudad llena de baches para acabar de chingar. 
Nota:
Recién despierto a la realidad, había 57 mensajes en mi celular, uno de messenger donde me reciben con la lucha abierta por mi desaparecida y por las otras cientos reales perdidas. 24 notificaciones en facebook que siguieron mostrando la falta de empatía con el movimiento, 31 mensajes de watsapp, solicitando datos, información, o más muestras de enfado machista. Un correo electrónico demandando información sobre que hacer con los reprobados en la prepa. Nada ha sido contestado, pero seguro que en las carreras de esta tarde me pondré al día.  

lunes, 6 de mayo de 2019

Cuando las aspiraciones hacen doler el alma


Esta próximo mi cumpleaños número 37, estoy en una crisis existencial terrible, hay días en los que me cuesta pararme de la cama, la razón muy simple, no soy feliz en mis empleos, estoy rodeada de personas maravillosas en un sistema nefasto que provoca actitudes que poco a poco merman mi espíritu de querer hacer lo mejor en cada espacio en el que me coloco.
Probablemente este comentario sea tomado como un “que flojera leer quejas” así que le anuncio que lo que viene es mucho peor, voy a usar este espacio para describir el sufrimiento que estoy cargando por no tener lo que quiero ahora mismo.
De niña me enseñaron que yo puedo hacer todo cuanto me proponga, jamás me dijeron que eso tiene un precio muy caro, estudie lo que quise sin consultar a nadie, mi profesión es la educación, mi maestría es lo social y mi casi doctorado es la ciudad, valen madre los títulos cuando no se agacha la cabeza, cuando se proponen demasiadas cosas cuando la austeridad esta metida en toda la administración pública de mi país, estado, ciudad y universidad.
Cada vez es más lejano ese sueño de ser profesora investigadora de tiempo completo o de ejercer un puesto de alta dirección para lo que creí estarme preparando toda mi vida, pienso mucho que ya es hora de entender que debí quedarme en mi barrio, trabajando de operadora, ahora mismo tendría 21 años como trabajadora con seguridad social, pero no, ahí voy a brincar la barda para prepararme para una vida mejor, pendeja, ¿qué vida? Si trabajo como burra 12 horas o más al día en dos empleos “flexibles” que me permiten llevar y traer a mi hijo a la escuela y a nadar, no me da tiempo de preparar comida ni de hacer la tarea con él pero lo puedo ver más que otras que le jornalean todo el día por una tercera parte de lo que yo gano, ni hablamos de relaciones de pareja porque ese ya es un tema vedado.  
Pero me enoja mucho no tener para el cine o para las vacaciones con mijo, dependo del servicio médico que me paga mi expareja porque no he tenido dinero para el divorcio y ese fue el trato, me molesta vivir en casa de mi hermana, una casa que yo pago pero que no es mía, gasto mucho en despensa y servicios, y pocas veces cenó lo que a mí me gusta y me quedo dormida a los cinco minutos de prender la tv, y ni hablar de ropa de marcas prestigiadas porque eso ya se torna ridículo. Mi hijo no tiene lujos, lo llevo a escuela pública y la natación es con media beca que consigo porque su padre es catedrático universitario, pero el deporte es caro así que la pensión paga parte de eso.
Mi doctorado está detenido porque no tengo tiempo ni energía de agregar los comentarios de mis lectores y sin eso mis directores no me leen, pero me pregunto, ¿para que quiero otro pinche papel en mi escritorio? Si al parecer no he trabajado lo suficiente para que mi nombre este en las colaboraciones que hago, para qué si la situación está difícil para todas las personas de mi generación y viene peor para las más jóvenes.
Mucho he dicho que mi papel de madre/autónoma/ trabajadora me tiene amolada, pero tal vez sea hora de reconocer que no tengo lo que se necesita para estar en mejor posición, tengo amigas más jóvenes que ya tienen un trabajo estable y con beneficios sociales, tal vez es tiempo de reconocer que me equivoque de camino, tal vez es hora de tirar la toalla, ha pero como se batalla cuando lees tantas cosas de autoayuda y positivismo, cuando le crees a las amistades y amores que eres única, chingona, valiosa para el mundo, como cuesta dejar todo intento de ir por más cuando volteas y te das cuenta de que no depende del esfuerzo personal sino de la porquería de sistema en que vivimos, como cuesta soltar cuando un niño depende de tu ejemplo de valor y fortaleza.
Hoy me siento, triste derrotada.
Hoy quiero llorar por tanto dolor que siento al darme cuenta de mis “privilegios” porque eso significa que si yo que estoy del otro lado no tengo lo que necesito para la dignidad de la vida, ¿Qué será de quienes no saltaron esa barda, de quienes no llegaron a la escuela o la dejaron a medias? Si yo que me esfuerzo tanto en cada espacio en que me presentó, no logró más que burlas, críticas y regaños por no quedarme callada, ¿Qué será de quiénes no saben que pueden hablar, de a quienes el silencio les acompaña por siempre?
Estoy cansada de caminar por metas que ya no sé si alcanzaré, y me muero de vergüenza porque ello implica perder mi discurso de ánimo a mis estudiantes que confían en lo que mañana les diré en clase, ¿Qué les digo ahora que estoy derrotada? ¿Cómo les pido que exijan sus derechos si yo no puedo con los míos?
De donde salen los ánimos cuando se ha perdido la esperanza, falta poco más de un mes para mi cumpleaños y la neta, neta, ya no quiero llegar, prefiero volver allá donde mis 6 años tumbada de panza en la casa de mi ama, comer boli de coco azul y preocuparme solo de sentir la felicidad de ver a mi madre jugar con los gatos y ver el sol entrar por la puerta de una casa que por cierto tampoco era de mi madre aunque ella la pagaba.





jueves, 11 de abril de 2019

VIOLENCIA DE GÉNERO: PARO ACTIVO Y CARTOGRAFÍA EMOTIVA


A raíz del asesinato de Dana Lizeth Lozano Chávez el pasado 5 de abril, la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez aceptó el paro activo que ha sido promovido, organizado y realizado por UNI UNIDA, un colectivo universitario que surge por el hartazgo que provoca el hecho de que la violencia permanente por décadas en Ciudad Juárez ha llegado hasta la comunidad estudiantil. Entre las actividades del paro se realizó el taller literario cartografía emotiva, espacio que trajo a flote un sentimiento permanente en mi vida de mujer, pobre, prieta, flaca, ciudadana de a pie, y además greñuda, características que me han mantenido en la vulnerabilidad desde que era niña y hasta la fecha, y por lo cual me permití escribir lo que ahora les comparto y por lo cual agradezco infinitamente al colectivo juaritos literario del que participan docentes de la UACJ (mujeres) jóvenes amantes de las letras y de esta caótica frontera, quienes fomentaron este sentimiento y del que llevaron una copia del primer borrador para compartir en su página www.juaritosliterario.com, reconozco que escribo desde los privilegios obtenidos durante mi adultez temprana que sin embargo poco o nada garantizan mi vida.

CARTOGRAFÍA EMOTIVA
Soy flaca por los genes zacatecanos, los de mi madre.
Mi cabello es largo porque llevo en él los sentimientos del hombre, los de mi padre.
Soy juaritos porque camino sus calles, es mi identidad.
Mi profesión es la Educación porque es un arma de defensa sobre la desigualdad social.
Empecé a subir de peso porque me llegó la edad.
Deje de ser ciudadana de a pie porque me ganó la responsabilidad familiar.
Sume a la Educación, la política pública y el urbanismo porque la violencia me rebasa cada día.
Corté mi cabello porque se convirtió en un peligro… pero no pude arrancar mi piel.

Esto es respuesta a la anécdota que recordé de mi juventud de inicio de los dos mil, donde amigos estudiantes de psicología que conocí cuando era soricajera (pa no meter gol) me alertaban al cuidado de mi persona porque mi fenotipo respondía al perfil de las mujeres que “desaparecían” desde los noventa en esta ciudad, y de lo que bien recuerdo me aconsejaban que no trenzara mi larga cabellera pues así era más fácil que los magos asesinos me atraparan, digo magos porque desaparecen vidas, almas y familias y en su lugar solo dejan dolor. Aprendí a través del miedo a cambiar mis conductas y estilo de vestir, pero les juro que jamás he logrado quitarme este sentimiento de dolor que la situación de la ciudad me produce.
CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA A 11 DE ABRIL DE 2019

sábado, 13 de enero de 2018

¡Viva México!

Cuántas veces no sientes como que se te inundan los ojos al escuchar México lindo y jodido, digo querido, pues déjame contarte como parte de mi promesa de compartir la ciudad al modo que yo la vivo y la percibo, que en días pasados una amiga linda que tengo y su galán me invitaron a conocer un nuevo lugar que se inauguró en el último mes, El mercado de San Benito que ha tenido tal éxito en sus primeras semanas de acción que ya es una batalla para encontrar estacionamiento y a veces hay que hacer fila para que te asignen una mesa, pero como buenos empresarios los dueños se ubicaron bien y abrieron su restaurant 100% ambiente familiar a un costado de Galerías Tec por lo que si no le sacas a caminar un poco más resuelves el problema del estacionamiento, listos ellos y jodidxs nosotrxs que tenemos que ingeniar cómo llegar, punto malo para el nuevo mercado.

Dejando de cosas llegas, con esperanza en panza, y esperas de cinco a diez minutos para acomodarte en un espacio dentro del Mercado de San Benito, y mientras aprovechas para recortar el diseño mexa que se aventaron, ¿original? No, porque es el mismo concepto del Pueblito Mexicano, del Viva México o de las Cazuelas en últimas fechas, lo que cambia es el acomodo de los elementos que si tienen algo de ingenio como cuando presentan las cualidades que todo taquero debe tener en un mural, pero es un asunto muy defeño y ya popular de años atrás, pero que seguro a uno que otro le pasará de noche y dirá que eso estuvo bueno.

Tiene una michoacana, una cantina, y los tacos no podían faltar, éstos últimos te los venden por medias ordenes lo que me recuerda a un lugar llamado Comala, pueblo mágico del bello estado de Colima al que visite en 2005 y que tiene un espacio llamado los portales en donde hay varios lugares para tomar ponche (bebida tradicional del lugar) o cerveza o tu bebida favorita que este en el menú y que cuando ordenas lo que vas a tomar te llegan platillos COMPLETOS NO MEDIAS ORDENES, no solicitados con tacos, o sopes, o tostadas, o cualquier sarta de comida típica mexicana para degustar mientras bebes, y ese es el gancho para que te quedes a consumir más, acá en el nuevo mercadito es algo similar pero al revés, no, no al revés porque acá te hacen explicito el menú de comida allá no, si te lo comes lo pagas igual no crean que es un mundo perfecto, pero acá las cuentas son más sinvergüenzas, es decir, te llega la carta ves las bebidas disponibles y los platillos para degustar y pides lo que hay, pero lo que no entiendo es porque solo se venden por medias ordenes, ahí tienen que cene media orden de tacos al pastor (no el mejor) y termine por degustar también un vaso de papas locas y dos bebidas con tequila de la casa, una margarita (no la mejor) y un cantarito (sí me gusto) que tenía jamaíca y tequila del que solo nos dijeron que es tequila de la casa y hecho por los propios dueños, eso da algo de miedo porque la neta terminas sin saber que chingados te tomaste, al subirme al carro para regresar a casa me di cuenta de que tenía hambre, punto malo para el mercado.

Llegamos a las siete y salimos a las diez, por lo que las nalguitas me dolían porque las sillas son nada cómodas, la tabla a la brava, es como si no quisieran que te quedarás más de diez o veinte minutos ahí, lo cual tiene sentido económico si consideras que entre más gente consuma mejor le va al negocio, pero mi curiosidad era mucha y el chal (expresión mexicana para decir que la plática fue amena) se puso bueno, hablamos de cómo el lugar se decora con puras marcas mexicanas y hasta con productos que no creo que vendan, aunque la neta ni pregunte pues no me interesa comprar una bolsa de papitas o una libra de manteca, punto malo para el mercado.

Total una piensa ¿que de bueno tiene este lugar? Los juegos infantiles son como de cualquier parque inaceptable de esta ciudad, o de cualquier otro lugar en donde dediquen un espacio a los peques, son nuevos, están bonitos, pero están a la intemperie, o sea, es invierno no esperen que mi bebé ande por ahí mientras yo me tomo las bebidas preparadas con sabe Dios qué, que dicho sea de paso estas bebidas asumen la identidad mexa también porque se sirven en vasos de vidrio, de barro o de plano en bolsita como cuando comprábamos sodas afuera de la escuela o de la iglesia y que no te prestaban los envases, pero lo que no terminó por convencerme fue la porción raquítica, cuando ves el menú piensas “oye está a buen precio” pero cuando te vas con la curiosidad satisfecha y con hambre puesta te das cuenta de que no, no está del todo bien, punto malo para el mercado.    


Yo no sé si los años me han hecho más sangrona y amargada, antes alegaba y me divertía buscando algo de justicia para cuando veía o pasaba por cosas que no me gustaban o sentía que me jodían el rato, ahora me limito a comentar con mis amistades pues me he propuesto ser más amable como mi hermano y el galán de mi amiga que no la hacen de tos por nada en el mundo, pero se siente feo que se tarden en llevarte el pinche cantarito con la curiosidad al cien, y más feo se siente que cuando vuelves a preguntar por la mentada bebida te la dejen de malos modos en la mesa, ahí nada más casi aventada, se siente feo ver como se hacen bolas los meseros con tanta gente y que cuando te toca un buen servicio el malo termine por llevarse la propina como nos pasó ahí, y ya para no aburrirte más te cuento el último detalle, el menú ofrece elotes Borunda, y una piensa que Dios existe, pues no, porque tampoco era lo que esperaba, punto malo para el mercado y yo me voy ahora mismo por un elote con chile del que si pica pero poquito, porque esos son garantía "Juaritos rifa y controla".