viernes, 29 de enero de 2016

Estaba guardado...no sé desde cuándo

no importa cuanto sienta en el alma,
las cosas son así y no cambiaran,
tengo meses sin poder escribir,
sin poder expresar lo que hay en mi alma.

tal vez, no sé, ¿será que en mi alma ya no hay mucho para contar?
quisiera fuera esa la razón,
pero estoy que me desborda el sentimiento, este que ya no puedo controlar,
este sentimiento que me hace decir ¡basta!

insoportables horas de inseguridades, insoportables horas de no poder amar.
me miro al espejo y no veo chispa divina, solo veo estrés y cansancio,
veo mi ausencia de un mundo de placeres,
no soy quien está ahí al otro lado del espejo.

me resisto a pensar que estoy muerta,
me doy ánimos en la desesperanza,
deje de creer, deje de escribir, deje de ser.

Ed puso el título... yo se lo quite.

Noches granadas, amores nacientes,
el tuyo y el mío,
noches granadas, amores crecientes,
luna de mis tiempos.

Cariño de miércoles y otros otoños,
esperanza en rojo amanecer,
corazón valiente lleno de octubre,
noches granadas, amores crecientes.

En cada hoja de diario, una muestra de
presente, el tuyo y el mío,
noches incompletas de tangos,
acordeones del alma.

Noches granadas, amores nacientes,
el tuyo y el mío,
noches granadas, amores crecientes,
luna de mis tiempos.

sábado, 23 de enero de 2016

no sé decirte cómo fue...

No era alguien a quien esperaba tener en mi cotidiano, no era lo que andaba buscando, de hecho no estaba buscando nada, pero lo encontré con esos ojos verdes como grises con un poquito de azul, y me vi en ellos y sentí la emoción perdida hace algunos años, esta vez me tomo por sorpresa, sin darme cuenta se me había engendrado un sentimiento que no sé de donde vino, un trato diferente, un calor diferente, respeto, cariño que sé yo de esas cosas que nunca me han salido bien. Por lo pronto hoy estoy a prueba, mi corazón está desconcertado, ayer sabía que todo termino, ¿hoy? hoy no sé como paso pero me descubrí añorando lo que nunca he tenido, la estabilidad que te da una relación sensata, pero es sumamente extraño porque yo de eso se menos aún que de amor. He llorado como niña, con el dulce dolor que te da el amor por alguien más aunque no sea correspondido, lloré hasta los suspiros, hasta quedarme dormida, sintiendo como cada parte de mi cuerpo duele ante la ausencia de ese alguien que no estaba buscando y que me ha dejado a mi suerte, el desconcierto de hoy es que no sé decir cómo fue.