jueves, 4 de mayo de 2023

Cuando las aspiraciones hacen gozar el alma

OTRA PERSPECTIVA

Acaba de pasar mi cumpleaños número 37, estoy bien y mejorando, hay días en los que me levanto con mucha facilidad de la cama, la razón, muy simple, tengo dos empleos, estoy rodeada de personas maravillosas en un sistema con muchas áreas de oportunidad que provocan mi necesidad de querer hacer lo mejor en cada espacio en el que me coloco.

Probablemente este comentario sea tomado como un “que padre leer satisfacciones” así que le anuncio que lo que viene es mucho mejor, voy a usar este espacio para describir el estoicismo que he desarrollado por querer lo que tengo ahora mismo.

De niña me enseñaron que yo puedo hacer todo cuanto me proponga, jamás me dijeron que los beneficios de ello son muchos, estudie lo que quise consultando a mi misma, mi profesión es la educación, mi maestría es lo social y mis estudios de doctorado son la ciudad, valiosos títulos que me permiten tener la frente en alto y actuar de manera inteligente en contextos que requieren mi aportación profesional como en la administración pública, estado, ciudad y universidad.

Soy profesora investigadora de tiempo completo independiente, estoy en proceso de preparación para ejercer cargos de alta dirección, y ahora sé que el camino recorrido ha sido una experiencia única de vida, recuerdo con cariño mi barrio, agradezco conocer de primera fuente las líneas de producción, ahora mismo tengo 21 años de experiencia laboral con la seguridad de los conocimientos situados que son una mirada privilegiada que me permite ver donde otras personas no ven. Brinque la barda de los sueños y llegue al terreno donde se viven, trabajo en dos turnos flexibles que me permiten la maternidad responsable y amorosa más el deporte de natación que me mantiene alerta, guapa y con menos estrés, cada día hay alimentos en el hogar porque mi hermana cocina o en la calle porque la gastronomía juarense es deliciosa y accesible a mi bolsillo, a raíz de mis actividades mi hijo ha desarrollado la independencia para resolver sus tareas escolares, gano bien y , mi trabajo es fabuloso porque me permite cooperar con los procesos de otras personas, mi corazón esta limpio de dolores y vivo un presente tranquila.

He tenido la oportunidad de ir al cine más de dos veces este mes y las vacaciones de mi hijo me hacen los días más alegres antes y después de ir a mis ocupaciones profesionales, tengo buena salud y servicio médico por si se ofrece, vivo en una casa que yo pago y un día será patrimonio familiar, hay despensa y servicios para una vida amable y hasta divertida, últimamente pongo algunos antojitos para mis tardes noches libres y me rio a carcajadas cuando veo películas con mi hijo o jugamos Tetris, doctor Mario, o cualquier otros juego que encuentro en mi super Nintendo de edición clásica en miniatura que hace tiempo me regalo mi hermano como un acto de reciprocidad ante los beneficios obtenidos en su niñez, empecé a usar ropa bonita que estaba olvidada en mi closet. Mi hijo goza de salud, terminó sus estudios de primaria y tiene todo lo que necesita para estar bien, quedo en la secundaria, y sigue nadando porque hay forma de solventar su deporte.

Mi doctorado está por concluir porque tengo información suficiente de qué hay que hacer para concluir el proceso, mi directora y mi director esperan mi documento para cerrar los tramites, y me doy cuenta de que es importante concluir porque lo merezco, y esto es una evidencia de que soy una mujer preparada para mayores retos profesionales, mejores oportunidades y beneficios laborales, esta por salir un libro en donde mi colaboración forma parte de la compilación capitular, y ahora mismo soy parte de una generación que se ha esforzado mucho por la preparación académica y ello nos permite colaborar para que otras personas también gocen de este privilegio, lo cual incluye a mi hermano menor y a mi hijo, así como a las nuevas generaciones.

Mucho he dicho que mi papel de madre/autónoma/trabajadora me hace feliz, y es hora de reconocer que tengo muchas cosas a mi favor para una vida fabulosa, tengo amigas más jóvenes que ya tienen trabajo estable y con beneficios sociales, eso es un aliciente para mí, tal vez es tiempo de reconocer que elegí el camino correcto, tal vez es hora de seguir adelante, el panorama se aclara luego de leer “el poder del ahora” entre otras cosas que me permiten ver lo especial que soy como muchas veces me lo recuerdan las amistades y amores de mi vida, soy chingona, valiosa para el mundo, voy por más experiencias de vida, porque así es la vida y es maravillosa, estoy del lado de los privilegios y ahí debo seguir de pie trabajando por la progresividad de una vida mejor para mí y para los míos (que si tu estas leyendo esto, seguramente estas en mi lista de personas favoritas) a través del valor y la fortaleza que me ha dejado la vida en los recientes 37 años pasados.

Hoy me siento viva, me siento mejor, estoy bien y mejorando, me quiero, me cuido, soy feliz.

Hoy quiero dar gracias por tanto amor que recibo de diversas fuentes, que me permiten una vida privilegiada, eso significa que tengo una vida digna, ¿Qué sería de nosotras las personas si perdiéramos la esperanza de un mundo mejor? Yo que me esfuerzo tanto en cada espacio en que me presentó recibo la experiencia que me ayuda a crecer, a ser más asertiva y resiliente, imagina el poder que se obtiene al hablar y al ejercer los derechos que todas las personas tenemos.
Estoy lista para seguir caminando por las metas que un día me propuse, y desde mis letras les recuerdo hay que salir adelante a través de los procesos educativos porque es la única fuente de poder legitima, espero que me crean ahora que estoy de pie, feliz, ejerzan sus derechos porque es la única forma de bien ser y bien estar.

Encontré los ánimos y recupere la esperanza, acaba de pasar mi cumpleaños, y estuve con personas que amo todo el fin de semana, hubo mucho pastel y hartos abrazos, tengo dos gatos y un perro, tome raspa de limón donde mi madre, y puedo ver y sentir el sol de cada nueva mañana, abrazada de mi hijo que me hace sentir la felicidad de mis seis años cuando comía boli de coco azul en aquella casa de pisos de cemento que mi padre pusó y que mi madre lustró.

ESTE RELATO HA SIDO REESCRITO PORQUE LA VIDA ES HERMOSA Y MERECE LETRAS AMABLES, LO ESCRIBIO UNA MUJER FELIZ DE 37 AÑOS CON UN PRESENTE HERMOSO EN EL DESIERTO MÁS GRANDE EN EL NORTE DE MÉXICO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario