martes, 16 de junio de 2009

una nacada pero cierta.. y diaria.

Atrapada en las lavasolas sola como de costumbre. Mi macho no me quizo acompañar porque tenía que trabajar. Me enoje antes de salir de casa porque sentí que me abandonó en la cargadade las maletas, sentí horrible al saberme débil, pues yo sola no pude cargar dos maletas y mi computadora.
De camino para acá, sentados en una banqueta estaban dos tipos, uno de ellos me dice: "te ayudo chiquita" y le contesto muy enojada, emputada más bien -orale cabrón levantate- y no me contesta... -levantate- le vuelvo a gritar y su cuate le dice: "andele levantese", y que se para, por un momento no supe que hacer, pero no me iba a traer a ese cholito conmigo. Pues nomás le dije -tú no me sirves para nada, mejor sientate y deja de andarle diciendo pendejadas a las mujeres solas- y todavía me resonga el güey: "¿cuáles pendejadas?"
- ¡¿Qué qué pendejadas?! ¿por qué no me hablas cuando paso con mi marido?¿que te piensas que porque ando sola no puedo con esto? ¡soy más fuerte que tú cabrón!- y sopas que me manda a la verga y que me dice hija de puta. Yo nomás me defiendo (como puedo, porque los nervios siempre traicionan) -si mi madre es puta o no es rollo de ella, pero es muy mujer, chingada tu mama (así sin acento) por tener un hijo como tú, y la próxima vez piensa dos veces antes de hablarle a una mujer sola, respeta cabrón, respeta-.
Y me respondió otra vez el menso ese "nel, no lo voy a pensar", y ahí lo deje sentado en la esquina, yo agarre mi camino con mucha energía, esa que te da la adrenalina.
Me sentí fuerte, muy fuerte y bien mujer porque no necesito ayuda de ningún bato.
Sé que es contradictorio, me defiendo como puedo de los que en la calle me dicen cosas, pero me gustaría andar acompañada de mi hombre la mayoría de las veces, no es posible. Él en sus negocios y yo en los míos, que gacho.
Pero en fin sigo en la idea de que ningún fulano tiene porque usar su derecho de expresión para acosarme en la calle. Una no puede vestirse como le da la gana porque no faltará el babas que le diga a una de cosas leperas, y peor, si se les devuelve el saludo abruptamente diran que es culpa de una por vestirse así, no se vale.
Un día quiero usar falda corta y zapatos bonitos al salir de casa, a veces quisiera dejar mis pantalones y los tennis en el clóset, pero al menos en este barrio ya me chingue porque respeto nomás hay pa mi marido.

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